Hacia 1900, muchos artistas vieneses buscaban una alternativa a la sociedad industrial. Inspirados por Nietzsche y Wagner, se volcaron en la espiritualidad, la naturaleza y nuevas formas de vida. La Secesión soñaba con la obra de arte total, Karl Wilhelm Diefenbach fundó una comuna y la teosofía animaba las tertulias vegetarianas.

Las mujeres también encontraron nuevos espacios – en la reforma urbanística, la danza expresiva o el espiritismo. Al mismo tiempo, artistas como Edvard Munch, August Strindberg y Arnold Schönberg exploraban visiones, estados de trance y la idea del “hombre áurico”.

La exposición « Modernismo oculto » en el Leopold Museum de Viena presenta por primera vez este fascinante capítulo entre ideales, esoterismo y psicología moderna – y lo conecta con nuestro presente.

© Leopold Museum